El panorama musical ha experimentado una importante transformación en los últimos 20 años, con el streaming como protagonista.
Mientras que en los años 70, 80 y 90 los formatos físicos como los discos de vinilo, las casetes y los CD disfrutaron de una época dorada, los primeros años de la década de 2000 marcaron un periodo en el que la música digital comenzó a ascender hasta alcanzar cotas sin precedentes en la actualidad.

El negocio de la música ha sido testigo de una notable evolución en los últimos 50 años, pero 2022 destacó como un hito significativo, según el último informe de la Recording Industry Association of America.

Los ingresos de la música grabada en Estados Unidos crecieron por séptimo año consecutivo y alcanzaron la cifra récord de 15 900 millones de dólares en 2022.

¿Cómo han cambiado los ingresos de la industria musical en los últimos 50 años?

Siga leyendo esta entrada del blog para explorar los cambios en el consumo de música y los ingresos a lo largo de las últimas cinco décadas, desde los días de los formatos físicos hasta la era del streaming.

Evolución de la industria musical: Un viaje de 50 años desde los discos de vinilo hasta el dominio del streaming

Si observamos cómo ha evolucionado el panorama musical a lo largo de los años, vemos que los formatos físicos dominaron la industria de los 70 a los 90, pero en cada década se popularizó un formato diferente.

Discos de vinilo

En los años 70, los discos de vinilo, que incluían clásicos atemporales de grupos como Pink Floyd, Led Zeppelin o Fleetwood Mac, cautivaron a las masas hasta que aparecieron los casetes.

Sin embargo, la nostalgia desempeña un papel fundamental para los oyentes, y los discos de vinilo volvieron a resurgir durante la pandemia de COVID-19.

En 2020, los vinilos vendieron más que los CD por primera vez desde 1986.

Sólo el año pasado, los discos de vinilo representaron el 71% de los ingresos por música física.

Casetes y CD

Con la llegada del walkman, las cintas de casete en los 80 y los CD en los 90, la industria musical cambió, ya que estos formatos tenían más capacidad y la calidad de audio era mucho mayor, en particular con los CD.

A principios de la década de 2000, los CD se convirtieron en el principal formato de consumo musical y las ventas mundiales de música alcanzaron unos 2.500 millones de dólares.

Cuando el mundo entró en el nuevo milenio, asistimos a una enorme transformación digital en la forma en que los oyentes consumían y experimentaban sus canciones favoritas entonces e incluso hoy.

Los reproductores MP3 cambiaron las reglas del juego. La introducción de este formato en el mercado musical marcó el inicio de una revolución digital.

Hubo un tiempo en que la piratería de música también se hizo más prominente mediante el uso de aplicaciones descargables para compartir archivos.

Artistas populares como Pete Towsend, de The Who, y Metallica alzaron la voz contra estas prácticas. Los últimos incluso presentaron una demanda contra una de las empresas de intercambio de archivos musicales más populares por aquel entonces, alegando que era culpable de infringir los derechos de autor.

Después, Apple lanzó iTunes y el iPod en 2001, permitiendo a los amantes de la música cargar legalmente decenas de canciones en sus dispositivos portátiles.

Servicios de streaming de música

El streaming de música ha liderado el juego en los últimos 20 años, remodelando la forma en que los usuarios consumen música y los profesionales distribuyen contenidos.

Según las últimas cifras de la RIAA en el mayor mercado musical del mundo, Estados Unidos, la música digital representó el año pasado la friolera del 89% de los ingresos totales del sector.

Los servicios de streaming como Amazon Music, Apple Music y Spotify (integrados en la plataforma de marca blanca de SonoSuite) representaron el 84% de los ingresos de la industria musical en 2022 en Estados Unidos.

Año tras año, cada vez son más los amantes de la música que se abonan a servicios de streaming.

El número de suscripciones de pago a servicios de streaming de música a la carta ha aumentado de 46,9 millones en 2018 a 92 millones en 2022, lo que indica un apetito continuo por la música digital.

Analizando esta tendencia de la música en streaming a escala mundial con el último Informe Global 2022 de la IFPI, vemos que el streaming ha impulsado las ventas de música grabada hasta la cifra récord de 25 900 millones de dólares.

La revolución del formato digital no sólo ha afectado a las grandes estrellas de la música en este momento, como The Weeknd, BTS, Drake, Taylor Swift y Bad Bunny, esta última la artista con más streams de Spotify, con la asombrosa cifra de 18.500 millones de streams, sino también a los artistas emergentes e independientes.

La introducción en la última década de socios independientes de distribución musical, plataformas de distribución abiertas y agregadores, y soluciones de distribución musical de marca blanca como SonoSuite, ha democratizado el panorama de la música digital.

Los pequeños sellos y artistas tienen ahora la opción de compartir sus contenidos con el mundo de forma independiente, lo que aumenta sus ingresos al tiempo que compiten con los grandes del sector.

En definitiva, el streaming está cambiando el sonido de la música.

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Sin duda, el streaming en todas sus variantes, ya sea de audio, vídeo o en directo, es el rey de los formatos.

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A los usuarios les facilita descubrir y escuchar los nuevos lanzamientos y los éxitos de todos los tiempos de sus artistas favoritos con sólo unos clics.

Por eso, invertir tiempo, recursos y dinero en la distribución digital es imprescindible para cualquier sello discográfico o distribuidor.

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